El Rey Hada


 

El Rey Hada

Cuenta la leyenda que cuando el pueblo sufra de hambruna el hada del bosque volverá para reinar y ayudar a los más necesitados.

En un pequeño reino había una vez un cruel Rey  que mantenía a los habitantes con  escasos recursos, pensaba que de esa forma cuando necesitasen de su protección harían lo que fuera por un pedazo de pan. A su vez, un joven aprendiz de panadero que trabajaba para la corona, siempre sacaba a escondidas las sobras de los banquetes reales para repartir entre sus familiares y amigos aún sabiendo que esto podría ocasionarle la muerte. Con el tiempo el rumor se esparció y las largas filas se extendían afuera de su casa para poder recibir de su ayuda.

Un día el bondadoso joven no volvió del castillo y con los días los habitantes cansados de la hambruna se revelaron llegando con antorchas, palos y hachas hasta la puerta principal exigiendo la ayuda que merecían, ya que son ellos, quienes pagando sus tributos con monedas de plata y oro más las carretas llenas de trigo, frutas y verduras sabían que las reservas del reino alcanzaría para todos sin tener que sufrir de escases. Ante esto el Rey decidió salir a su balcón alzando los brazos gritando a viva voz.

- ¡Calma señores! Sé lo que quieren, pero debo decirles la verdad, hay un ladrón entre nosotros! Hemos descubierto que alguien nos está robando a escondidas. En ese momento da la orden para traer al pobre joven encadenado y listo para sentir el frio filo de la guillotina. Los gritos cesaron, hubo un silencio profundo donde el rebuznar de los burros presagiaban un fatal final.

Al momento de obligar al joven a arrodillarse para su sentencia el Rey le dice.- Di tus últimas palabras.

El joven levanta la mirada  y dice de forma pausada unas palabras en un idioma desconocido para todos.- “ Silva venit ad me” De pronto un rayo de luz atravesó las nubes alumbrando al pobre panadero elevándolo místicamente, haciendo que sus cadenas desaparecieran. A su vez desde la copa de un gran árbol las hojas volaron por el vaivén del viento cubriendo su cuerpo por completo. Al momento de descender las hojas caen revelando su verdadera identidad: de su espalda brotaron largas y mágicas alas que no cesaban de abatirse cual mariposa ansiosa por dar su primer vuelo, sus orejas crecieron en forma puntiaguda y sus ropas estaban hechas de fibras verdes de caña. ¡Es un hada! Gritaron todos! Es el hada de la leyenda… Se rumoreaba.

El reino entero se inclinó, incluso los guardias reales quienes soltaron sus armas ante esta mágica escena, todos menos el rey, quien de manera soberbia ordena que lo capturaran y dieran muerte lo antes posible.

El hada lo miró fijamente diciendo “ipsum revelare” en ese instante un nuevo rayo de luz se abre paso entre los cielos, esta vez atrapando al rey, revelando su verdadera  identidad. Su piel se tornó verdosa, su ojos al igual que sus orejas y boca crecieron de manera deforme- ¡Es un ogro! ¡Es un ogro! ¡Mátenlo! ¡A la Guillotina! Gritaban todos.

Cuando los guardias reales levantaron sus espadas para darle muerte, el Hada los detiene. Alto, no actuaremos de forma cruel con él, su sentencia por su avaricia y no proteger a su reino será el destierro y vivirá en las montañas. Y entre gritos  y aplausos el Ogro sin más partió, no sin antes el hada le entregó una bolsa llena de sobras para su largo viaje.

Fin.


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