"El juego de Katherine" (PARTE 2)
"El juego de Katherine"
(PARTE 2)
(PARTE 2)
-Según Adriana, estaban armando una especie de filas o
fortaleza como lo nombró tu hija, ya que el juego lo invento ella. Dijo que
sería entretenido y que nunca había perdido. Consiste en situar varios juguetes
en tres filas rectas, divididas entre un pequeño espacio. Cada juguete era una
pieza de juego; más que nada, una defensa para que el otro jugador no llegara
hasta ellas.
-¿Otro jugador? ¿Te refieres a Adriana?
-No, sé que sonará descabellado, pero fue entonces cuando
Adriana perdió el control sobre su voluntad, ya que asegura que cuando
repitieron ciertas palabras para iniciar el juego sintió un gran cansancio y
una fuerte presión en el pecho; desde ahí todo se torna confuso en sus relatos,
ya que asegura que, repentinamente, los juguetes situados en primera posición
de cada fila iban desapareciendo uno por uno, supuestamente debido a una pequeña sombra que se movía de forma muy
veloz. En ese momento, Adriana entró en pánico, ya que aseguraba que no se
podía mover y que la voz no le salía. Katherine le decía que cuando llegara su
turno debía tocar un juguete o ella podría desaparecer. En ese momento, asegura
que el sonido de la puerta la hizo despertar y fue cuando ustedes entraron al
cuarto ¿No es así?
-O sea, sí; cuando entré solo vi a las dos jugando detrás de
un castillo de princesas. No aguanté y la curiosidad hizo que me levantara
rápidamente para dirigirme al famoso cuarto. Al entrar, veo que esta todo en
orden y muy limpio.
-Ya revisamos el lugar y no hay nada anormal por así decirlo
y la verdad, no sé qué pensamos encontrar ¡Ah!, otra cosa más -dice mi esposa-,
cuando ordenábamos el lugar me di cuenta que faltaban varios peluches y otros
juguetes.
Después
de esta inesperada bienvenida, subí para hablar con mi hija sin ser tan
directo. ¿Cómo forzar a este pequeño bello ángel? Así que busqué una forma más
discreta para preguntarle por lo sucedido y su respuesta fue que solo jugaban y
que a Adriana no le gustó y se asustó a mí no me da miedo, nunca pierdo dijo
Katherine.
-Y dime, princesa ¿dónde están los juguetes que faltan en tu
cuarto? Mamá dice que faltan varios en tu colección.
-Ya no están. Desaparecieron.
-Hija, los juguetes no desaparecen, debes recordar en dónde
los dejaste. ¿O acaso has prestado algunos?
-No que recuerde, papá. Sus repuestas me parecían confusas,
pero ella estaba segura de lo que decía, como si en realidad desaparecieran.
Solo considerarlo es irrisorio, pero no deja de ser preocupante. Antes de salir
del cuarto, Katherine me tomó del brazo y me dijo:
-¿Me comprarás otro castillo, papá? Ya veremos, hija; ya
veremos.
En la
noche, luego de una larga conversación de sábanas con Clara, decidimos que
llevaríamos a Katherine al psicólogo para aclarar este asunto y remediar algo
que pudiera estar ocurriendo y que desconocemos.
Llegamos
a la consulta con Katherine. Previo a eso, ya habíamos tenido una conversación
con la especialista comentándole lo que nos indicó el profesor y lo que le
sucedió cuando jugaba con Adriana. Ante esto, dijo que esperaba tener un pronto
diagnóstico, y que apenas aflorara algo, obviamente nos lo contaría. En la
tercera sesión acudimos solos a escuchar lo que tenía que decirnos.
-Señores, este es un tema un poco complejo, ya que cuando se
trata de una niña como Katherine, de apenas siete años, lo que ella relata
acerca de sus juegos parece muy sencillo al principio, hasta que habla de los
jugadores, pero aun así, lógico y coherente. En pocas palabras, si aseguran que
ella creó este juego, definitivamente su nivel de imaginación está sobre un
niño normal. Katherine, al abrirse conmigo, está segura de cada palabra que
sale de su boca. Es muy astuta e inteligente,-Acotamos mencionando que es la
primera en su clase.
-Bueno, les comento que estamos frente a un caso de
disociación normal; esto quiere decir
que un niño crea un mundo de fantasía, en este caso un juego con reglas pero
está consciente de la diferencia entre la ficción y la realidad. Ahora, lo
único difícil es identificar cuál de ambas es real para ella. Por el momento,
sabemos que este juego lo es, al igual que ir a la escuela o realizar sus
tareas entre otras acciones. Como especialista, les recomiendo que traten con
otras actividades. Podrían salir de vacaciones, andar en bicicleta en familia…,
eso es muy bueno y contribuye a una vida sana en un círculo de tres, como
ustedes. Al finalizar, me hace entrega de una hoja.
Foto-Google imágenes. |
-¿Qué es esto? Pregunté.
-Estas son las reglas en detalle del juego; quizás jugar con
ella les daría otra visión a los dos y puede que cambie la perspectiva de ella.
Al llegar a casa revisamos la hoja que nos facilitó la
psicóloga y decía lo siguiente:
Dos jugadores.
1. Formar tres filas de cinco juguetes,
peluches o muñecas enfrente de ti. Colocar un castillo detrás de las filas y
que sea este la base y máxima defensa.
2. El jugador número dos tratará de
alcanzarte o tocarte, y para ello, debe retirar pieza por pieza, o sea, juguete
por juguete, lo cual es al azar y se quedará con este para siempre.
3. Como defensa, el jugador número uno
deberá tocar el juguete antes que el otro jugador, en pocas palabras ser más
rápido que el jugador número dos.
4. Para empezar, el juego se debe tener
todo armado y repetir las siguientes palabras: ¡Corre, corre! ¡Toca, toca! ¡Si
te alcanzo, no te escondas! Luego, cada vez se debe contar hasta tres para que
ambos jugadores toquen una nueva pieza.
5. Gana el jugador uno si adivina tres
veces seguidas la pieza que el jugador dos iba a tocar.
6. Se gana el juego al quedar una pieza
o juguete junto con la base (castillo). Esta es la parte más emocionante del
juego, ya que si el jugador dos toca el castillo y el jugador uno toca la única
pieza, gana el jugador dos y viceversa. De ser así, te llevará para no volver.
Entendiendo que en el caso de tocar la misma pieza gana el jugador uno.
Al
terminar de leer las instrucciones, Clara y yo quedamos muy asombrados, ¿pero,
cómo?, ¿quién inventó este juego? Solo de pensarlo, por un momento, nos dio
escalofríos. ¿Habrá sido Katherine quien en realidad lo creó? Ante esto,
inmediatamente decidimos que debíamos jugar con ella. Para esto, antes de nada
revisamos a fondo el cuarto de juegos, y definitivamente, no encontrábamos
explicación. Hice memoria de cuántos castillos de princesas le había comprado y
concluí que no menos de cuatro, y en la habitación solo había dos y a uno de
ellos le faltaban varias piezas. Clara aseguraba, por su parte, que también
faltaban varios peluches y muñecas. Por momento, se asustó al ver algunas sin
cabezas y sin brazos. Eso sí que fue muy, pero muy espeluznante. Tratamos de no
presionar con el juego a Katherine, ya que creíamos que no sería buena idea
jugar solo unos días después de su visita con la psicóloga; así que lo haríamos
el fin de semana siguiente, cuando ella esté completamente en confianza y relajada.....
Próximo lunes tercera parte y final. >No olvides dejar tus comentarios.
Hola amigo me tomo el tiempo de dejarte un comentario, la verdad hasta ahora este es el primer de tus escritos que leo, y la verdad me tiene enganchado. Te felicito y bueno espero puedas desarrollarte completamente como escritor, si es eso lo que anhelas. Saludos desde Venezuela. Yo también tengo un par de blogs, pero nada tan bueno como el tuyo.
ResponderEliminarEstimado disculpa por la tardanza de mi respuesta. Muchas gracias por tus comentarios. soy un autodidacta que disfruta creando breves relatos.
Eliminar*déjame el link de tus blogs.
*Te invito a revisar mis nuevos y breves relatos.
Saludos desde Santiago de Chile.
Estoy encantada con el relato! Voy por el final.
ResponderEliminarEstoy encantada con el relato! Voy por el final.
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