El juego de Katherine (PARTE 3 Y FINAL)
El juego de Katherine
(PARTE 3 Y FINAL)
(PARTE 3 Y FINAL)
Ese día, sábado por la mañana, tuvimos un gran desayuno.
Katherine, aún con pijama. Ver su hermoso rostro y su brillante cabello me
llenaban de energía y me daba la fuerza que necesitaba para afrontar todo lo
que estuviera sucediendo.
Al ver la oportunidad, le comentamos que deseábamos jugar
con ella en su cuarto de juegos y que jugáramos a lo mismo que jugó con su
prima Adriana; solo por un instante se quedó pensativa y dijo.
-Está bien, pero deben obedecer a todo lo que yo les diga-,
entre risas respondimos que sí, que ella era la reina en su cuarto. Primero,
esperen aquí -dijo retirándose rápidamente a su habitación; luego de unos diez
minutos salió para tomarnos de las manos para que entráramos junto a ella.
Al fijarnos, ya
estaba todo en posición idéntico a como estaba detallado en la hoja que la
especialista nos entregó. Pero aun así, nos hicimos los desentendidos y
preguntamos a Katherine ¿De qué se trata este juego? Nos explicó todo con
detalle; solo agregó que nosotros formaríamos parte de su equipo, lo que no
entendíamos era quién o quiénes eran los del otro equipo. Al preguntarle, ella
nos respondió que no nos preocupáramos de eso, pidiéndonos también que nos
situáramos de rodillas detrás del castillo y que, por favor, no nos moviéramos.
Luego de eso, estaba todo listo para empezar, así que nos pidió que
repitiéramos las palabras que ya nos había dicho. Así que, a la cuenta de tres
dijimos en coro: ¡CORRE, CORRE! ¡TOCA, TOCA! ¡SI TE ALCANZO, NO TE ESCONDAS!
Inmediatamente Katherine dijo:
-Rápido escóndanse, agáchense. -Clara y yo nos miramos y nos
agachamos lo más que pudimos. Esperando que sucediera algo después de unos
pocos segundos, Katherine dice.
-Parece que tendré que vendarlos o si no, no funcionará-. No
entendíamos, ¿quería que nos vendáramos? A pesar de su extraña petición
accedimos y con unas corbatas nos tapamos los ojos, mientras ella se cercioraba
“de que no pudiéramos ver”, decía.
-Muy bien, ustedes se quedarán aquí y solo cuando los llame
se podrán quitar las vendas y salir del castillo. Bueno, ahora sí, empecemos
otra vez.
Una vez más lo repetimos ¡CORRE, CORRE! ¡TOCA, TOCA! ¡SI TE
ALCANZO, NO TE ESCONDAS! En ese momento sentimos una gran tensión en el
cuerpo y no era para menos; no podíamos
ver absolutamente nada, pero sí podíamos escuchar, oíamos entre risas que
Katherine dijo allá voy y empezó a caminar sus suaves y diminutas pisadas era
perceptibles, hasta que ocurrió algo que no esperábamos.
Katherine dice:”¡no, ese no!”, muy fuerte, casi gritándolo
¿A quién le está hablando? Eso nos puso nerviosos, pero rápidamente advirtió
que no nos moviéramos y que por nada del mundo nos saquemos las vendas, al
final solo es un juego pensé así que le hicimos caso. Conversando muy
silenciosamente con mi esposa le dije que si seguíamos sin ver no íbamos a
resolver el misterio. De fondo podíamos escuchar las risas de nuestra hija, que
en esta ocasión dijo:
-¡Este es mío!- Y otra frase como: “¡No, ese no! Ya van dos
seguidos; una más y gano”.
Al
mismo tiempo, Clara me cuenta que ya había pensado en esto, así que ocultó una
cámara filmadora en el caso de que no nos pudiéramos dar cuenta de algo
importante en el momento, así que todo lo que sucediera quedaría registrado y
guardado en la cámara. De pronto, se escuchó un grito: “¡Papá, mamá!”, lo que
nos hizo saltar rápidamente. Nos quitamos las vendas y ahí estaba ella con una
enorme sonrisa y nos dice.
-¡Ganamos!
Nuevamente,
cruzamos las miradas mi esposa y yo, corrimos a abrazarla, pero al fijarnos,
faltaban tres peluches; contamos nuevamente y solo había doce juguetes en fila.
Sabíamos que al ver la grabación entenderíamos todo lo que sucedió en el juego.
Al caer
la noche, luego de cenar y ver una nueva película familiar en la habitación,
decidimos que veríamos la grabación por la mañana. Entonces, ambos nos
levantamos muy temprano, bajamos al cuarto de juegos y al abrir la puerta
estaba ella, Katherine, de espaldas; al darse vuelta, sostenía la cámara entre
sus manos, cosa que nos sorprendió mucho.
-¿Mamá, esta es tu cámara? Entregándosela.
-Sí, hija, ¿cómo la encontraste?
-No lo sé, solo sabía que algo que no era mío estaba en este
cuarto y yo sé todo lo que hay en este lugar, incluso lo que ya no está-
terminó diciendo con una linda sonrisa.
Clara quedó un poco afectada con esto y solo atinó a decir
que iría a preparar el desayuno.
Foto - Google imagen |
Para cambiar el ambiente de esta escena, levanté sobre mis
hombros a mi bella Katherine y entre juegos le dije que ayudaríamos a mamá con
el desayuno. Recuerdo que nunca antes habíamos tenido un desayuno tan
silencioso; el ambiente entre nosotros era preocupante. Sabíamos que debíamos
ver la grabación lo antes posible para terminar con esa sensación. Se me
ocurrió que podíamos visitar a los abuelos maternos de Katherine y dejar que
pasara la tarde con ellos.
Antes
del mediodía ya habíamos llegado; luego de una breve conversación le comentamos
que debíamos hacer un pequeño asunto en privado y ellos supieron entender.
Partimos de regreso a casa, aceleré el paso para aclarar rápidamente la
angustia y preocupación que traíamos encima. Entramos a la casa, prendimos el
televisor, conectamos los cables y nos sentamos a ver lo que había pasado en
ese ya conocido juego. Se veía claramente cuándo Clara acomoda la cámara y la oculta
en un estante y después de unos minutos entra Katherine para poner los juguetes
en posición; solo por un momento ocurrió algo inesperado, algo completamente
extraño: Katherine se quedó inmóvil mirando el castillo, como cerciorándose de
que todo estuviera en orden, cuenta una por una las quince piezas, una vez más
se detiene, esta vez pasó cerca de un minuto sin moverse y la imagen empezó a
distorsionarse levemente; fue muy extraño, hasta que repentina y rápidamente
Katherine voltea a ver la cámara con una mirada muy penetrante. Vuelve a su
lugar para luego ir por nosotros. Luego, se repetía todo: nos vemos entrando de
la mano, nos explicaba los detalles del juego, nos vemos arrodillados y luego
vendados hasta que por fin llega el momento de ver cómo desaparecían los
juguetes. Pasó entonces que después de que ella caminara por la habitación se
dirige a un estante para sacar un bolso para posteriormente decir: “¡No, ese
no!” al mismo tiempo que lo guarda en su interior e igualmente sucedió con
otros dos. Al final, entendimos que ella los hacía desaparecer. Katherine
siempre fue el segundo jugador. Ahora, lo que tratamos de averiguar es adónde
los lleva, porque definitivamente, en la casa no hemos logrado encontrar los
otros juguetes. Después de ver el video, entre conversaciones y sacando
conclusiones nos quedaba dos grandes inquietudes: si Katherine revelará el
escondite a la especialista y qué clase de juguete nuevo pedirá por sus altas
calificaciones en la escuela. Por otro lado, Adriana asegura que no volverá a
quedarse a dormir nunca más en nuestra casa.
excelente final y la trama esta bastante buena
ResponderEliminarBien bueno, te felicito.
ResponderEliminarM encanto
ResponderEliminarM encanto
ResponderEliminarMe he quedado con ganas de más.
ResponderEliminarmuy bueno, siempre los finales son difíciles. Sigue con tu muy buen trabajo amigo, saludos.
ResponderEliminarMuy bueno .. Me quede con ganas de saber mas
ResponderEliminarMuchas Gracias por sus comentarios! Saludos!
ResponderEliminarArturo, te felicito por tu trabajo y te doy las gracias por compartirlo, lo pase muy bien leyendo 'el juego de katherine'. sigue así!!
ResponderEliminarJavier.
Excelente! gracias por tus comentarios. Recuerda compartir el blog! Saludos estimado!
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