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Luz de redención

Luz de redención
El siguiente cuento es un sueño que tuve a los diecinueve años, en ese entonces se lo comenté a un cristiano quien estudiaba teología, para él fue impactante y me dijo lo siguiente:
“Ese tipo de sueños son señales para que te acerques a dios y muchas personas desearían alguna señal como la que tuviste”.
*Al final dejaré mi opinión.

Iba corriendo por un camino de piedras subiendo la cuesta de una montaña, escapaba de un sujeto que usaba una sotana negra  con una larga capucha, esto  me impedía ver su rostro. Me perseguía sin que yo supiera el motivo. En un principio la montaña yacía con un verdoso paisaje, mas cada vez que me acercaba a la cima el escenario se tornaba gris, hasta que en cuestión de segundos todo a mí alrededor fue cubierto por nieve. Lo único que me motivaba a seguir huyendo era la esperanza de encontrar la salvación en aquella cima, ya que estaba convencido de que si era alcanzado por este sujeto, algo malo me sucedería. No traía nada entre sus manos para suponerlo, pero, era algo que sentía en ese momento, la sensación de miedo y peligro me dominaban.

Acercándome cada vez más a la cima pude divisar una estructura gris, una especie de templo o castillo antiguo y que definitivamente era mi destino y lugar de salvación.

Al mirar hacia atrás, me di cuenta que mi perseguidor iba disminuyendo la velocidad, desistiendo al fin en seguirme y dejándome escapar. La última imagen que recuerdo fue verlo estático observando cómo me alejaba de él.
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Al llegar al fin, ante mi, me topé con una gran puerta donde lo que resaltaban era dos aldabas gigantes en forma de serpientes, una vez más los Ouroboros presentes. Empujé la puerta, y a pesar de su tamaño y grosor, fue muy ligero abrirlas. Entré desesperado, vi bancas de iglesia y un gran altar. Sin lugar a duda era un espacio para la adoración y no para la conversación. Esto siempre me lo he cuestionado porque de no ser así, los asientos estarían ordenados en círculos. En el costado derecho había una puerta pequeña,  entré, y era un cuarto de espacio reducido el cual se encontraba a oscuras. Por fin en ese momento me sentí en paz y libre de peligro. Seguí caminando y encontré otra puerta, ingresé y a penas puse los dos pies al interior sentí una presión en mi pecho, en esta ocasión la sensación fue de angustia. Tanto que llegue a inclinarme, subí la mirada lentamente y vi un altar muy rustico hecho de adobe y piedras, casi en forma de un ataúd. Parado encima estaba otro sujeto, este también llevaba sotana pero de color blanca y a quien solo podía ver hasta la cintura, ya que en su parte superior brillaba con una luz blanca muy intensa que hacía imposible fijar la mirada, pude identificar una característica suya y fue su barba gris, larga y abultada lo que me sorprendió. Era tanto el resplandor que me arrodille para luego acostarme en el suelo. En ese momento ya no me sentía perseguido por nadie, pero la sensación de estar indefenso dominó mi ser. El sujeto habló, y me ordenó que lo mirara, mas no podía hacerlo. Hasta que me preguntó con potente y profunda voz lo siguiente:

*¿Dime, por qué no me puedes mirar?
-Y le respondí de manera desesperada:

 *¡Porque soy pecador! ¡Porque soy pecador!
Fin.



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Muchos de mis relatos son sueños que he editado y otros que no. Lo que sí tienen en común es la nitidez con que los recuerdo al despertar. Las sensaciones regresan cada vez que los recuerdo y claramente es lo que me motivó a transcribirlas en este blog.

*En cuanto a este particular sueño, debo admitir que me impacta mucho y estuvo dando vueltas en mi cabeza por mucho tiempo, pero no a los diecinueve años, quiero decir que si bien recordaba con claridad lo soñado, nunca le tomé la importancia como para hacer de este un relato. Ya que no escribo todo lo que sueño, sino lo que quiero contar.

¿Una señal? ¿Un mensaje? ¿Sugestión después de ver una película? eso no lo recuerdo. Lo que sí debo admitir es que al pasar de los años he sentido afinidad con energías y sueños premonitorios. Sensaciones he imágenes que aparecen en mis sueños y que logro asociar en mi vida cotidiana. Esto ha llegado a tal punto que en algunos casos he quedado muy sorprendido. Es algo que temo ya que si bien existen herramientas trato de no adentrarme en ese mundo, y he preferido ir aprendiendo según lo vivido.  


Te invito a dejar tu comentario. Si te gustó, compártelo. Y claro, recuerda que hay más relatos en mis entradas antiguas. ¡Saludos!   

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Me recuerda a Gandalf el gris después de haberse convertido en Blanco, es similar a una escena del Señor de los anillos, cuando Aragorn y Legolas atravesaban el bosque, sintieron que alguien venia por ellos, pero no podían identificarlo, no podían verlo directamente por su resplandor y terminaron arrodillados frente a el.
    También tengo ese tipo de sueños raros que recuerdo nítidamente aun después de muchos años y es comprensible para cierto tipo de personas, no todos tienen esa capacidad.
    Recuerda que el cerebro no distingue un sueño de la realidad por eso lo sentimos como si lo hubiésemos vivido realmente y queda impregnado en nosotros.

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  3. Gracias por tus comentarios! y sí, exacto! los sueños y el cerebro juntos pueden lograr sensaciones que perduran por mucho tiempo!

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